Sinopsi
Al tiempo, convengamos que si bien la mirada del artista propicia el nacimiento, es la mirada del observador quien dota de contenido (o conenidos) después a la obra. Quepan, pues, las dos consideraciones.
El libro en sí, considero, no es sino una invitación a la comunicación -sea del tipoq ue fuere- como vehículo de socialización, como vínculo de futuro.
Y los sentidos se alimentan de belleza; de un bondadoso silencio significativo, tal vez.