Sinopsis
hacerla comprensible para los no entendidos en la disciplina en que eran eruditos, como fueron los casos de Johannes Kepler con Somnium o La astronomía de la luna (1916), Francis Bacon con La nueva Atlántida (1626, ya reeditada en esta colección de la Editorial Libros Mablaz) o Juan Giné y Partagás a su manera con su obra cómica Un viaje a Cerebrópolis (1884), en este libro, se añade Edwin A. Abbott con Planilandia: Una novela de muchas dimensiones (también del mismo 1884), con la salvedad que el escritor, esta vez, no era un docto en la materia, pero que quiso llevar una parte de las matemáticas, mediante unos razonamientos sencillos y embutidos en una narración de gran calidad argumental, a personas tan legas en la materia como, de hecho, era él.
Como dice uno de los prologuistas de Planilandia en el momento de su publicación, de autoría anónima, “la novela es de cómoda lectura, en la que además de conceptos relaciones con las disciplinas citadas, se hace una espléndida sátira de la diferenciación social imperante en la época victoria, que a su vez fue la de un gran imperio y uno de los momentos de mayores desigualdades entre sus habitantes”.
No hay mejor definición para describirla.