Sinopsis
La primera guerra carlista partió de la sublevación de Carlos María Isidro, hermano que seguía en orden de edad a Fernando VII, mal rey hasta después de su muerte, cuando no aceptó la legalidad de la Pragmática Sanción, que devolvía a las mujeres la posibilidad de reinar cuando no hubiera descendiente varón entre la progenie del monarca fallecido, como fue en este caso.
Tras el óbito de Fernando VII, Carlos María Isidro, con el título de Carlos V, se proclamó rey, lo que desembocó en una de las más cruentas guerras civiles que sufrió España a lo largo de la historia.
En realidad, el conflicto armado fue un choque entre el absolutismo, basado en un tradicionalismo anacrónico, y el liberalismo, al que no tuvo más remedio que agarrarse la reina niña, aunque una buena parte del séquito que la rodeaba creía, en realidad, poco en esas ideas. De hecho, cuando llegó el momento, los cristinos no quisieron poner en vigor la Constitución de Cádiz de 1812, llamada familiarmente la Pepa, sino que se promulgó en 1834 el que se llamó Estatuto Real, en realidad solo un poco más que una Carta Otorgada.
El general isabelino que da título a este libro proviene de la figura de Baldomero Espartero, que con sus victorias ante los sublevados se ganó ese reconocimiento por amigos y enemigos. La guerra duró siete años, desde 1833, que es cuando comienza esta novela, hasta 1839, con el llamado Abrazo de Vergara, cuya historia está narrada como una crónica y en primera persona por varios de los protagonistas presentes en el conflicto.
Una nota antes de terminar este resumen. Aparece 1839 como año final de este libro, aunque la guerra duró un año más, por la negativa del general carlista Ramón Cabrera a avenirse al convenio firmado. Pero eso es otra historia, que se podrá ver en El general carlista, de próxima edición.