Sinopsis
ETA nace en 1958 tras la expulsión de un grupo de jóvenes del Partido Nacionalista Vasco (PNV). Comete su primer asesinato en 7 de junio de 1968 y el último el 16 de marzo de 2010. El saldo de víctimas de ETA es de ochocientos cincuenta y seis (856) asesinatos, de los que veinte eran menores y seis personas de más de ochenta años, dos mil quinientos noventa y siete (2.597) heridos y ochenta y seis personas secuestradas de las que diez fueron asesinadas.
Más de doscientas mil personas se vieron obligadas a abandonar el País Vasco por causa del terrorismo del que reciben amenazas y extorsiones.
Es conocida la heroicidad de Mikel Lejarza, el Lobo, infiltrándose en la organización criminal ETA Político Militar y propiciando su derrota, pero hubo muchos más infiltrados tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil y el propio CESID.
Y no solo infiltrados, los servicios de inteligencia españoles, en los años más duros del terrorismo, precisamente durante los comienzos de la Transición Política Española, del año 1978 al 1980 en el que la banda comete casi cien asesinatos por año, se despliegan en las Vascongadas controlando las comunicaciones y los movimientos de los etarras, legales o ilegales, de su paso por las mugas a Francia e incluso del suministro de armas y explosivos y hasta de sus finanzas.
Los jóvenes españoles apenas tienen un leve recuerdo de lo que fue la ETA y desde luego desconocen sus numerosos crímenes, la inmensa mayoría de ellos cometidos durante la democracia tras una amnistía que liberó a todos sus presos.
Toda generación debe ser educada a través de la historia, porque quien no aprende de los errores de su pasado tiene altas posibilidades de volver a cometerlos.
Esta cuarta novela de Jaime Rocha narra la operación llevada a cabo conjuntamente con servicios de inteligencia occidentales que supuso un duro golpe para la banda terrorista y el principio de la colaboración de Francia en la lucha contra ETA.