Sinopsia
Una mañana cualquiera, por casualidad, Nora reconoce un rostro en el tren. Él es la persona que destruyó su vida. Ella y su esposo Pasquale son dueños de un estanco establecido en Pescara. Y justo en esto seis años antes en el transcurso de un robo un ladrón mató a su único hijo Corrado. Nora no puede creer el verdugo de un niño inocente, ¡el de su niño inocente! - puede ser libre después de tan poco tiempo. No puede creer que la vida de su hijo valga tan poco. Pero así son las cosas, entre la condena por homicidio culposo y las prestaciones penitenciarias. A partir de este momento, Nora y Pasquale no pueden seguir viviendo sin obtener su justicia restaurativa. El marido busca el camino más corto e inmediato. Nora, por su parte, tras una difícil búsqueda para encontrar al hombre, idea un plan más refinado. Paolo Dainese, sin embargo, el asesino, se ha esforzado por rehacer su vida y, a tientas, está consiguiendo volver a la superficie. Durante años Antonio Manzini tuvo presente esta historia, extraída de un hecho real. Y quería escribir no una novela de tesis, sino una novela psicológica sobre tres almas y cómo reaccionan ante una alternativa moral sin una respuesta segura. Y leyendo estas páginas uno se queda desorientado, no sólo porque el autor ha escrito una historia diferente a sus tramas que nos son más familiares, sino sobre todo porque ha sabido contar, dentro de las tramas de quien es un maestro de historias, la imposibilidad de emitir un juicio claro. Imposibilidad del lector y del escritor; sino también de los personajes que viven la historia. Estos pueden elegir (y sus elecciones son diferentes) pero porque están obligados a hacerlo, como fuerzas de vida. Esta especie de cortocircuito entre la razón y la vida es la duda ética que Manzini explora en todo su espacio